MI ESPALDA

La espalda solamente es el nombre que recibe la cara posterior del tronco, la estructura o bloque central o esqueleto axial.
Su eje fundamental es la columna vertebral que además de ser una estructura vertical que permite el apuntalamiento de las costillas, garantiza una movilidad relativa y equilibrada de la caja torácica.
El tórax es la caja cerrada que alberga los principales órganos del cuerpo humano: pulmones, corazón; el abdomen es una estructura "abierta" que tiene como piso a la cadera y como techo al diafrágma, sostiene los órganos funcionales: higado, riñones, bazo, estómago, entre otros. Ambos, tórax y abdomen forman el bloque central, estructura vital.
El esqueleto apendicular, formado por los miembros supérior e inferior, garantizan la movilidad que es el enlace con el mundo exterior. Es una estructura de relación.
La columna vertebral es una estructura que alberga a la médula espinal que no es más que el cable principal de comunicación de la máquina centreal o cerebro con las porciones perisféricas y motoras del cuerpo humano. Soporta durante toda la vida la carga que representa el peso corporal y por su limitada movilidad se ve afectada por circunstancias especiales: posturas que generan hábitos y sobrecargas indebidas; movimientos bruscos durante las actvidades laborales y deportivas que provocan malestar en las pequeñas aunque fuertes estructura musculares y tendinosas; actividades repetitivas y desventajosas que ocasionan fuertes presiones entre loas compenentes móviles (vértebras o espóndilos); la edad que trae pérdida de la densidad ósea por merma en el componente de calcio el cual debe garantizar la dureza y solidez de cada hueso.
Entonces podemos afirmar que los enemigos de la columna son: la edad, las malas posturas, los malos hábitos de movimiento, el uso de muebles inadecuados y la debilidad muscular, entre otros.
La mejor defensa de la columna es la prevención que debe contener un buen conocimiento de los componentes de la espalda en general y de la colomna en particular; la ejecución regular y dosificada de ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento; el uso de cargas dentro o por debajo de los límites permitidos; el cuidado de la salud en general; la buena nutrición; la práctica regular de deportes que no signifiquen cargas violentas.
A mejorar la salud de la espalda le apuntamos para tener una adultez con buena calidad de vida.